En la construcción suele suceder que, para el ojo inexperto, algunos materiales resultan similares. Incluso se puede pensar que el uso y aplicación pueden hacerse de la misma forma. Nada más alejado de la realidad, ya que cada material tiene un destino específico. Precisamente de eso vamos a hablar en este artículo de Mortero Autonivelante, tratando la diferencia entre mortero y cemento.
Además, conoceremos sus aplicaciones y qué material debemos usar en determinados trabajos de construcción a fin de obtener el resultado que deseamos.
Aspectos básicos y diferencia entre mortero y cemento
Cuando se realiza la instalación de azulejos o se requiere una capa de material para arreglar una superficie determinada, como el suelo de cualquier espacio, existe la creencia errónea de que no hay diferencia entre mortero y cemento.
Nada más alejado de la realidad. Veamos, antes de nada, las características de cada uno de los materiales a los que nos referimos para poder ver al detalle la diferencia entre mortero y cemento.
¿Qué es el cemento?
El cemento es una composición donde encontramos un polvo fino combinado con agua. Este polvo que puede contener piedra caliza, arena de sílice o arcilla es lo que, junto con el líquido, formaría ese aglutinante que conocemos como cemento.
Para dar una mayor fortaleza al cemento, en su composición podemos encontrar también elementos como mineral de hierro que suele calentarse a altas temperaturas con los anteriores para formar un material compacto.
El cemento es además un producto altamente manipulable, robusto y fuerte, de variada aplicación y con su correspondiente tiempo de secado. Este es la base para otros usos como puede ser el hormigón o el mismo mortero.
¿Qué es el mortero?
Por su parte el mortero, un conglomerado de color gris, es un compuesto que mezcla arena, un conglomerado inorgánico, como puede ser el cemento y agua.
Es usado para infinidad de objetivos: corregir suelos que están dañados o también como una base para colocar alfombras, azulejos u otros revestimientos de suelo. Aunque tiene otras utilidades, como superficie de encimera, reparación de grietas e imperfecciones en el concreto, para arreglar suelos ligeros… E incluso como decoración si le incrustas tiras de madera o metal.
Las razones de su popularidad son su secado rápido, el excelente agarre en diversos materiales y su textura y firmeza perfectas para trabajar. Algo que destacar es que encontramos en el mercado diferentes tipos de morteros, según la composición (yeso/cal/cemento/cola).
¿Cuál es la diferencia entre mortero y cemento?
Una vez que hemos definido la composición de cada uno de estos elementos, pasemos a observar cuál es la diferencia entre mortero y cemento:
Una de las principales diferencias la hemos podido ver ya en su composición. Mientras el cemento es una mezcla de varios elementos, como arcilla o piedra caliza, el mortero no requiere de estas, ya que en su base está el propio cemento que ya las contiene.
Otra diferencia la encontramos son los usos en sí. El cemento es un material que es empleado comúnmente en trabajos de construcción de edificaciones: para las columnas, levantamiento de muros o para los suelos. El mortero, por su parte, es más usado en la parte de albañilería para fines como nivelación de suelos, para dar firmeza a estos o para arreglar imperfecciones.
En relación con esto último, el uso de mortero autonivelante permite dar acabados a las superficies con algún nivel de inclinación y, a su vez, proporciona una apariencia muy atractiva, prácticamente lista para ser usada en caso de que no se desee o requiera el uso de cerámicas o losas. El cemento, por su parte, no resulta el adecuado para aplanados o terminaciones de este tipo.
Por su parte el cemento es un producto que, al mezclarse con el agua, grava y arena, en diferentes proporciones, forma un compuesto que puede tener altas resistencias según el uso estructural que se le dé.
El mortero es un recurso que se usa para adherencia, no pensando en resistencia estructural, ya que en este sentido la mayor diferencia entre mortero y cemento resultaría esta: la firmeza que aportan a la construcción.
Si el objetivo es unir ladrillos, piedras, cerámica u otro tipo de material en el suelo, lo más adecuado es acudir al mortero debido a que destaca por su adherencia, al contrario que el cemento, que destaca más por su firmeza. En función de la necesidad que se vaya a trabajar, se escogerá uno u otro.
Mientras el cemento requiere de grava y arena para dar firmeza, el mortero no requiere de grava. El motivo es que el empleo de la grava podría ocasionar problemas de fraguado.
Si lo que se busca es obtener un suelo radiante, el mortero a base de anhidrita dará un mejor resultado para la instalación de este tipo de aplicaciones.
Asimismo, el cemento es el elemento principal cuando se piensa en colocar estructuras de concreto donde se emplean varillas y columnas de acero.
El cemento, al proporcionar firmeza, junto al acero ayuda a construir fuertes soportes para todo tipo de estructuras. El mortero, por su parte, no es adecuado para este tipo de usos.
¿Cuál es mejor el mortero o el cemento?
Una vez hemos visto al detalle cuál es la diferencia entre mortero y cemento, nos resulta mucho más sencillo referirnos a cada uno de forma adecuada, de cara a la realización de trabajos de construcción.
Aclarada la diferencia entre mortero y cemento, podemos decir que no se puede responder a la pregunta sobre cuál es mejor, el mortero o el cemento, ya que se aplican con objetivos diferentes.
En Mortero Autonivelante sabemos la importancia de utilizar adecuadamente el mortero para lograr los resultados esperados. Gracias a los expertos en utilización e instalación de morteros, los acabados que pueden conseguirse con estos serán siempre profesionales, duraderos y adecuados a las necesidades de cada cliente y espacio.
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